De nuevo todo y nada.
Por un segundo lo tuve. 
Volví a creer.
Y ahora ya no quedan fuerzas, ni caricias, 
no quedan besos, ni miradas,
no quedan palabras...
No queda nada.
Solo, la necesidad de  caminar.
Y así, sacudo los recuerdos que componen cada centímetro de mi piel y sigo adelante.
Y de nuevo no creo en nada.

Comentarios
Publicar un comentario